Qué es Housers y por qué invertir

Ocho años después del estallido de la burbuja inmobiliaria, el sector ha logrado una cierta estabilidad que va acompañada de evidentes signos de revitalización. Los inversores, sobre todo extranjeros, vuelven a interesarse por el mercado de la vivienda en Cataluña, muy especialmente en Barcelona, pero el creciente interés para invertir en el sector se ha diversificado de tal manera que incluso ha aparecido un nuevo fenómeno: pequeños inversores se agrupan en proyectos de inversión colectiva que ofrecen rentabilidades muy superiores a las habituales de los productos bancarios. Es el caso de plataformas como Housers.es, InvesReal y The Crowd Estates, que facilitan la diversificación de la inversión en diferentes viviendas utilizando una fórmula muy extendida al mundo de las start-ups y a los sectores del ocio y la cultura.

The Crowd Estates, la primera plataforma online de crowdfunding inmobiliario de Cataluña, permite la entrada de pequeños inversores con aportaciones de como mínimo 500 euros. Puesta en marcha por cuatro emprendedores gerundenses, conecta promotores e inversores para impulsar la compraventa de activos inmobiliarios aplicando un sistema que ya funciona desde hace años en el Reino Unido y en los Estados Unidos. Es el mismo modelo de Housers.es, que se plantea un hito muy ambicioso: captar 300 millones de euros en tres años para conseguir una cartera de 1.500 viviendas, locales comerciales y naves industriales. Por su parte, InvesReal intenta captar pequeños inversores mediante un ticket de 520 euros para la compra, reforma y posterior venta de pisos en zonas residenciales de Madrid y Barcelona. A cambio, ofrece una rentabilidad de hasta el 15%.

Regulación reciente

La actividad del crowdfunding es regulada en todo el Estado por la ley 5/2015 del 27 de abril, de fomento de la financiación empresarial, que considera plataformas de financiación participativa todas aquellas que ponen contacto personas físicas y jurídicas (inversores) con otros que buscan dinero para poner en marcha un proyecto (promotores) en cambio de un rendimiento económico. “Nos basamos en los principios de la economía colaborativa, el acceso a la información y la eliminación de intermediarios en los negocios que permite internet”, resume el portavoz de The Crowd Estates, Óscar Trabazos. Su plataforma, que cuenta con más de 300 inversores, funciona desde hace ocho meses y ya ha financiado su primer proyecto: la ampliación de capital de una empresa propietaria de un edificio en la Bisbal d’Empordà, con una aportación de 21.000 euros. Actualmente tiene tres proyectos más: la compra de un edificio al barrio del Borne de Barcelona, con una inversión de 118.000 euros; la construcción de una casa unifamiliar cerca de cala Montgó, en l’Escala, por 315.000 euros, y un espacio de coworking (oficinas compartidas) en Sabadell. Además, tienen una quincena de proyectos en cartera en todo el Estado.

Alternativa en los bancos

“Es una mezcla de curiosidad y ganas de hacer cosas, de diversificar y poner los huevos en diferentes cestas”, dice Xavier Alarcón al preguntarle por qué ha invertido en proyectos impulsados desde una plataforma online. “Te juegas dinero que en principio te tendrían que sobrar; los riesgos me parecen muy controlados y están analizados con detalle. Además, los bancos dan una rentabilidad muy baja y las comisiones prácticamente se lo comen todo”, añade. Alarcón ha invertido 3.000 euros a la promoción de la casa de cala Montgó y 500 a la ampliación de capital en la Bisbal. “Lo veo como una oportunidad de invertir poco y diversificar”, comenta Albert Parara, que ha destinado 1.000 euros al piso del Borne. “Hasta ahora, los pequeños ahorrativos no podíamos tener, por ejemplo, el 1% de un centro comercial o el 2% de un piso muy situado en Barcelona, o en todo caso era muy difícil”, señala para argumentar su decisión. “Cuando compras te haces socio del proyecto, tienes una cuota de participación a la SL. Lo veo como un plazo fijo; de aquí tres o cuatro años puedes recuperar el dinero con una rentabilidad muy alta”, apunta Sergi López, que ha invertido 4.000 euros en dos proyectos diferentes.

“Hasta ahora, para invertir al sector inmobiliario y obtener bonos resultados hacían falta dos ingredientes indispensables: tener información privilegiada sobre oportunidades de inversión y disponer de grandes cantidades de capital. Por su parte, los promotores dependían casi exclusivamente de los bancos para conseguir financiación”, subraya el portavoz de The Crowd Estates.

Uno de los promotores que han optado por este sistema es Agustín López, que precisamente impulsa la construcción de la casa de cala Montgó. Su objetivo es obtener 315.000 euros y ya ha conseguido la tercera parte. “Quiero venderla, pero también habría la posibilidad de alquilarla, sobre todo por temporadas”, explica. El mercado del crowdfunding inmobiliario prevé mover cerca de 37,5 millones de euros el 2016 a todo el Estado.

Fuente:ara.cat