Los jóvenes de menos de 35 años que quieran comprar una vivienda tendrán una ayuda para hacerlo que puede llegar a 10.800 euros, si no supera el límite del 20% del precio total del piso. Para acceder a esta ayuda, que será a fondo perdido y se podrá destinar a vivienda libre, el joven tiene que tener un sueldo anual que no supere los 22.365,42 euros al año, es decir, tres veces el indicador público de renta de efectos múltiples (Iprem) de catorce pagas, y no tener tampoco casa en propiedad.
Esta es una de las novedades del nuevo plan de vivienda 2018-2021 que el Ministerio de Fomento diseña con las autonomías porque entre en vigor el 2018 para recuperar así las ayudas a la compra de vivienda que el plan actual abandonó.
El alquiler, primer pilar
El nuevo plan incide sobre todo en el alquiler, atendido el creciente protagonismo de este al Estado español y el “desequilibrio” que presenta, puesto que la escasa oferta de pisos en renta causa el encarecimiento del arrendamiento, según indicó el titular de Fomento, Íñigo de Serna. En este ámbito, el nuevo plan articulará líneas de ayudas específicas al alquiler también para los jóvenes, para los más grandes de 65 años y para los afectados por desahucios.
Así, los jóvenes que en lugar de comprar un piso opten para alquilarlo tendrán ayudas que los cubrirán hasta el 50 % del precio de la renta mensual. Además, la renta de la vivienda podrá ser de hasta 900 euros al mes, dado que se subirá el límite de 600 euros que el anterior plan fijaba para poder optar a las ayudas. Con este aumento, Fomento quiere adaptar las condiciones del plan a las circunstancias de determinados mercados de alquiler, como los de Madrid y Barcelona, en los cuales el alta demanda dispara las rentas.
Otra de las novedades es la línea de ayudas a los más grandes de 65 años si cumplen estos mismos requisitos de renta anual. En este caso, los más grandes podrán recibir una ayuda para pagar hasta el 50 % de la renta del piso en caso de que vivan de alquiler, o bien otra –de hasta 200 euros al mes– para pagar los suministros de su vivienda, es decir, las facturas de agua, luz, gas o comunidad de vecinos.
Sobre los desahuciados
Para los afectados por desahucios, el plan prevé que la ayuda pueda cubrir todo el importe del alquiler de una vivienda hasta el máximo de 400 euros al mes. Sin embargo, en el caso de este colectivo está previsto que acceda en un parque de viviendas que se formará con pisos vacíos que cedan Sareb y las entidades financieras, y por eso su renta es inferior. Las ayudas a los jóvenes y a los más grandes se podrán recibir durante tres años, y a dos años en el caso de los desahuciados.
La rehabilitación
La rehabilitación hace especial atención a la eficiencia energética y acontece el otro pilar del nuevo plan, que ampliará el número de ayudas por este concepto. De entrada, se rebaja la antigüedad máxima de un piso del 1981 al 1996 y se incluyen las viviendas unifamiliares.