La patronal catalana de los apartamentos turísticos Apartur y la plataforma Airbnb ven muy positiva la regulación del alquiler de habitaciones para turistas dentro de la vivienda principal, el llamado hombre sharing u hogar compartido, que se legalizará en el nuevo decreto de turismo que se aprobará a finales de octubre. Ayer el gobierno aprobó el informe elaborado por la Comisión Interdepartamental para el Desarrollo de la Economía Colaborativa, el primer paso para abordar la ensambladura de estas nuevas realidades empresariales y sociales surgidas por la irrupción de la tecnología digital y las plataformas tecnológicas. Este informe mujer luz verde a esta opción de alquiler turístico y a otros, y propone un marco y un código de buenas prácticas para otras opciones de economía colaborativa, como la del transporte compartido.
Esta nueva fórmula de alquiler turístico, hombre sharing, inédita hasta ahora a casa nuestra, está muy pensada porque las familias puedan tener ingresos extras alquilando espacios de casa suya y es una modalidad diferente del alquiler de viviendas de uso turístico (HUT). Ayer Airbnb celebró “que la Generalitat reconozca los beneficios de la economía colaborativa” y aseguró que el informe aprobado “asienta las bases para una regulación moderna y justa en materia de hogares compartidos”.
Invertir en inmobiliario para sacar la mayor rentabilidad posible empieza por el código housers. Puedes empezar desde 50€ el ir probando cómo se va moviendo y creciendo tu capital.
Pero el informe y, en concreto, la regulación de esta nueva oferta turística no gustan a la Confederación Empresarial de Hostelería y Restauración de Cataluña, que cree que “pondrá en peligro la calidad y la excelencia turística del país y agravará la convivencia vecinal”. “Nos preocupa que las nuevas medidas previstas en el decreto de turismo, en lugar de ayudar a solucionar los problemas de convivencia que hemos vivido este último año, especialmente destacados en la ciudad de Barcelona, contribuyan a agravarlos”, han dicho los hoteleros a través de un comunicado. La entidad ha remarcado que no se pueden regular aquellas propuestas que son “il·legalitzables e incontrolables”, puesto que, según dicen, perjudicarían el conjunto socioeconómico de la ciudad, con afectaciones al estado del bienestar: propiciarían la degradación del mercado y de las garantías laborales, así como un alto nivel de fraude fiscal y de economía sumergida, y favorecerían la competencia desleal.
El presidente de Apartur, Enrique Alcántara, recuerda que “esta actividad ya existe” y que con la regulación “se asegurará la calidad y se delimitará en qué zonas se puede hacer y en qué no”. “Cuanto más regulación, más buena calidad se dará”, subraya. Airbnb mantiene que, el año pasado, cerca de 7.400 familias catalanas compartieron una o más habitaciones a su residencia habitual.
Alcántara asegura que el alquiler de habitaciones “no es competencia para el alquiler de pisos turísticos”, porque, entre otras cosas, “el alquiler de habitaciones va dirigido a personas que viajan solas y, en cambio, a los pisos turísticos venden sobre todo familias”. Tampoco sería competencia directa para los hoteles, que ofrecen unos servicios muy diferentes de los que puede ofrecer una familia.
El informe se muestra a favor que el decreto de turismo legalice el alojamiento turístico del que se denominan “lugares singulares”, lugares o instalaciones donde se puede pernoctar a pesar de no ser una vivienda, y que los ayuntamientos regularán.
Del informe aprobado ayer, es importando el hecho que promueve la aprobación de un código de buenas prácticas. Se apuesta para ser más exigente con la contribución fiscal, se insta a prohibir la comercialización de oferta ilegal, y se obliga a hacer constar el número del Registro de Turismo de Cataluña (RTC) en la publicidad de cada alojamiento, entre otras cosas. El futuro decreto de turismo creará un marco específico y propio para el turismo en cuanto a procedimientos sancionadores con el objetivo de “ganar efectividad”.